Todo lo que debe saber para trabajar en una ‘fintech’
Programadores, desarrolladores, expertos en márketing digital, en ‘big data’ y ciberseguridad son algunos de los perfiles que demandan las ‘fintech’, empresas que utilizan las nuevas tecnologías para crear productos y prestar servicios financieros.
Una valoración de 7.500 millones de euros e inversiones de 378 millones de dólares desde su lanzamiento en 2011 convierten a Stripe en una de las plataformas de pago móvil más potente del mundo. Que inversores como Sequoia Capital o American Express hayan apostado por esta fintech, que cuente con el respaldo de los fundadores de PayPal -Peter Thiel, Max Levchin y Elon Musk- y entre sus partners figuren empresas como Apple, Google y Alipay es una realidad que demuestra que las nuevas tecnologías y las finanzas son un matrimonio perfecto. Stripe nació en San Francisco, de la mano de los empresarios irlandeses John y Patrick Collison, y llegó a nuestro país hace un año. Glovo, Typeform, Parclick o chicfy son algunos de sus clientes, a los que se suman otras firmas como El Corte Inglés.
Las fintech tienen en su ADN la tecnología y entienden que existe una manera diferente de hacer y ofrecer servicios desde la innovación. Según el último Informe del Observatorio de la Digitalización Financiera Funcas-KPMG, en el mundo operan 15.000 compañías tecnológico-financieras. Estados Unidos y Reino Unido se encuentran a la cabeza de este universo fintech en el que el ecosistema nacional participa con más de 300 firmas. España es el sexto país del mundo por número de empresas de este tipo, con una facturación total superior a los 100 millones de euros y da empleo a más de 3.500 personas. La Asociación Española de Fintech e Insurtech (Aefi) estima que son más de 5.000 profesionales los que trabajan en este sector.
Pablo Gasalla, vicepresidente de esta asociación que aglutina más de 100 firmas, explica que “se trata de empresas modernas y ágiles con un ADN tecnológico muy fuerte que demandan profesionales que busquen un aprendizaje constante, que no tengan miedo a equivocarse, que sean disruptivos y con capacidad de ofrecer servicios diferentes en una industria muy tradicional”. Según Gasalla, “en España no hay más de 20 fintech que superen los 100 empleados”. Sin embargo vaticina un gran crecimiento a medio plazo: “Se trata de start up que mueven mucho dinero y tienen grandes inyecciones de capital, lo que les aporta una capacidad para avanzar muy rápido”. Por ejemplo, Indexa Capital -gestor automatizado- ha alcanzado los 70 millones de euros bajo gestión en su segundo año de vida, con más de 3.000 clientes, y una plantilla que aún no supera las diez personas. Según el análisis de Funcas-KPMG, en 2017 se estima que el espacio fintech habrá atraído en torno a los 250 millones de euros de inversión.
Los perfiles
Tener conocimientos tecnológicos es imprescindible si quiere ser atractivo para las fintech. Gasalla asegura que la mejor combinación profesional para conseguir un empleo en el sector es contar además con una titulación en telecomunicaciones, matemáticas, ingeniería, “pero también ADE, derecho, programación y experiencia de usuario”. Entre las categorías más demandadas destaca la de compliance manager, experto en análisis de datos (big data analytics), ciberseguridad y “responsables de calidad y servicios en un sentido más amplio”.
De todos ellos, son los programadores los que ocupan la pole entre los más buscados. François Derbaix, cofundador y CEO de Indexa Capital, asegura que es lo que más necesitan: “El 50% de nuestro equipo son programadores, los más escasos. También buscamos perfiles financieros, de cumplimiento normativo, márketing, comunicación y atención al cliente”. Añade que, “ante todo requerimos a personas con una clara orientación al cliente, aunque no trabajen cara a cara, queremos profesionales cuya prioridad sea hacerle la vida más fácil y ofrecerle un mejor producto”.
Para Grégorie de Lestapis, CEO de Lendix España, además de la aptitud, la actitud es fundamental, el mindset: “Se necesitan personas tecnológicas, colaborativas, sin miedo al error, con voluntad de aprender y de adaptarse al cambio. Y, ante todo, que tengan como principal cualidad la perseverancia: la primera etapa de una fintech puede acabar con la paciencia y la fe de cualquiera”. Lendix, fundada en 2014, es una plataforma de préstamos (crowdlending) que opera en Francia, Italia y España. Tiene una plantilla de 70 personas (14 en nuestro país) y prevé contratar cinco personas. “Para una fintech es indispensable contar con directores de tecnología, también conocidos como CTO (chief technology officer)”, matiza Lestapis. Julián Díaz-Santos, socio de Unnax, explica que los perfiles varían en función del crecimiento de la empresa. Señala el director de operaciones, jefe de producto y el director de calidad entre los puestos más demandados a nivel directivo. Unnax -gestor de finanzas- que cumplirá dos años este enero, cuenta con una plantilla de 20 profesionales y prevé cerrar 2018 con 46 empleados.
Díaz-Santos trabaja en el sector fintech desde 2010. Subraya que entonces los perfiles que se demandaban eran más generalistas: “Ahora que empieza a existir un mayor conocimiento de las necesidades que requiere un negocio de estas características, se buscan profesionales muy especializados en ámbitos tales como riesgo, fraude o seguridad, y personas con conocimientos de productos financieros más sofisticados y complejos”. Unnax gestiona 150.000 llamadas al mes y mueve un volumen de dinero en manos de terceros que supera los 25 millones de euros mensuales.
En 2018, Ebury, una empresa de tecnofinanzas especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, aumentará su plantilla un 65% en la ciudad de Málaga. Busca programadores, informáticos y economistas, con lo que cerrará el año con 200 empleados. Duarte Monteiro, fundador de Ebury, explica que “el abanico de perfiles se ha abierto, y lo que realmente marca la diferencia es la actitud, la capacidad de aprender y mejorar siempre, adaptarse a entornos colaborativos y multiculturales, tener iniciativa y responsabilidad. El dominio de un segundo idioma, como el inglés, se da por hecho”. El año pasado Ebury gestionó operaciones de divisas por un valor de 6.000 millones de euros, un 40% más que el ejercicio anterior.
Jorge Bardón, CEO de Creditea -línea de créditos online-, menciona entre los perfiles más demandados los lead developers y testers para programación y los product owners/managers para desarrollo conceptual de nuevos productos. También destaca el CRM manager para el área de márketing digital.
Dónde reclutan y cuánto pagan
El próximo mes de febrero arranca la quinta promoción del programa de Banca Digital que imparte el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). Rodrigo García de la Cruz, profesor de este curso, asegura que “el 80% de los alumnos consigue un empleo, cambia de empresa o mejora en su compañía en proyectos digitales”. Comenta que “casi la mitad de los contenidos necesitan una importante actualización cada año. La parte que más espacio ha ganado ha sido la innovación ‘fintech’, las nuevas tecnologías como ‘blockchain’ y la inteligencia artificial”.
Consultoras tecnológicas y estratégicas, entidades financieras y aseguradoras y ‘fintech’ son las empresas que acuden a IEB en busca de candidatos. Las universidades y entidades financieras son otros caladeros de talento, junto con las redes sociales, portales especializados en perfiles digitales y, sobre todo, al boca oreja. Algunas firmas dejan la selección en manos de consultoras y, puntualmente, cazatalentos para localizar a los directivos que ya requiere el sector. Marc Antoni Macia, fundador y COO de Novicap -plataforma online de descuento de facturas y pagarés-, reconoce que hay mucha rotación de profesionales entre ‘start up’ e irá en aumento por que el crecimiento del sector está por encima de lo normal.
La horquilla salarial que manejan las ‘fintech’, va de los 35.000 y los 60.000 euros brutos años para los sénior -a partir de tres años de experiencia-. Los júnior se mueven entre los 20.000 y los 35.000 euros brutos anuales. La mayoría de las ‘fintech’ ofrecen acciones y beneficios sociales para fidelizar a estos profesionales a los que llueven las ofertas laborales.
Pablo Gasalla, vicepresidente de Aefi, pronostica una guerra por el talento similar a la que existe en el ámbito digital: “Muchos de las profesionales con experiencia procedentes de la banca que vuelven al mercado fruto de los procesos de reestructuración no van a ser válidos para el mundo ‘fintech’. Estas empresas aportan más transparencia, más servicios y un consumidor con más experiencia de usuario para el que muchos de ellos no están preparados”. Según Gasalla esta transformación tendrá como consecuencia la desaparición de algunas entidades. Estima que quedarán no más de cuatro en nuestro país, y que tendrán que competir con la incursión de firmas de telecomunicaciones y la incorporación paulatina de grandes como Google o Facebook que entrarán en este mundo con salvedades pero de manera progresiva. Explica que, aunque es un sector que ofrece poco margen y al que exigen mucho sus inversores, estas firmas cuentan con el reconocimiento de marca y con millones de datos.
Quién es quién en el sector
La palabra ‘fintech’ es el resultado de la contracción de ‘finance’ y ‘technology’, y se usa para agrupar a las empresas que utilizan las nuevas tecnologías para crear productos financieros innovadores. Lendix, una plataforma europea de préstamos a empresas -‘crowdlending’-, establece seis áreas en las que operan las ‘fintech’.
- Medios de pago. Pago a través de dispositivos móviles o electrónicos para facilitar el desembolso online o en comercios sin recurrir a las tarjetas bancarias.
- Finanzas personales. Permite organizar de forma automática los gastos en tiempo real, uniendo en una ‘app’ la información financiera de todos los bancos y tarjetas.
- Gestores automatizados. Dirigido a inversores que desean mantener, administrar y aumentar su riqueza, abarca cuatro categorías: redes de inversión, servicio de asesoramiento de inversiones, el servicio de gestión y las plataformas de negociación.
- ‘Crowdlending’. Plataformas de préstamos que unen empresas que quieren financiar su crecimiento con inversores que desean dinamizar sus ahorros a través de un nuevo activo, sin tener que recurrir a los bancos.
- ‘Equity crowdfunding’. Estas firmas permiten financiar proyectos, pero a diferencia del ‘crowdlending’, los inversores obtienen una participación del proyecto, es decir, se convierten en accionistas.
- Pagos internacionales. Este servicio está pensado para que las empresas gestionen sus operaciones y el riesgo de divisa asociado de una manera más eficiente y segura a través de las nuevas soluciones tecnológicas.
Fuente: Expansión