‘Smart worker’, el profesional que revoluciona el trabajo
La fórmula del ‘smart working’ plantea una nueva mentalidad de empleo. Impulsa la configuración de equipos por proyectos, la flexibilidad horaria y la movilidad, y quiere romper con la cultura del presentismo.
Hace tres años que Mondelez empezó a implantar la fórmula de smart working en su división española. Fue un proceso gradual. Primero comenzó con un plan de movilidad interna con el que, entre otras cosas, desaparecieron los despachos para fomentar el trabajo en equipo, eliminar las jerarquías y así ser una organización más horizontal. Después se pasó al plano externo con el objetivo de que todos los empleados dedicaran un 40% de su tiempo a realizar sus funciones fuera de la oficina. El caso de esta compañía es pionero en nuestro país, pero es una fórmula que promete expandirse y plantea un nuevo tipo de relación entre las empresas y los profesionales para que estos puedan trabajar desde cualquier ubicación.
La movilidad y flexibilidad horaria, el trabajo por objetivos y el uso masivo de las nuevas tecnologías son las tres dimensiones que hacen posible el smart working. “Queríamos convertirnos en una organización más cercana, configurar equipos según los proyectos de cada momento y otorgar a los empleados mayor flexibilidad. En general, la idea de desarrollar un trabajo en un puesto fijo en una oficina va a ir desapareciendo. Si se implementan bien estas nuevas modalidades, se conseguirá aumentar la productividad y la satisfacción de la plantilla”, explica Pedro Casaño, director de Recursos Humanos para el Sur de Europa de Mondelez Internacional.
Cómo funciona
José Prieto, socio de laboral de Baker Mckenzie, apunta que “el smart working es una evolución del teletrabajo. Aquí lo más relevante son los servicios que se prestan, independientemente del lugar desde el que se realicen. Se produce una deslocalización del puesto de trabajo. Se puede actuar en casa, en una cafetería o en el aeropuerto. Si dejamos a un lado la parte de atención en tiendas físicas y los operarios de fábrica, existe un gran abanico de profesiones que pueden optar por este sistema: desde expertos en ventas hasta financieros, pasando por los especialistas en márketing”. Por ejemplo, en el caso de Mondelez, el 100% de sus comerciales trabaja bajo esta metodología. Vivian Acosta, socia DG de consultoría de Talengo, añade a los que realizan funciones de soporte, como sucede en el ámbito legal, tecnológico o de recursos humanos y a todos aquellos que trabajan por cuenta propia.
“Sin embargo, aunque desde hace alrededor de dos años se ha incrementado la apuesta por esta fórmula, aún es una asignatura pendiente de muchas empresas en las que predomina el presentismo laboral. Es un cambio cultural que deben asumir tanto las compañías como los empleados. Muchos no se levantan de la silla hasta que su jefe no se ha ido”, añade Prieto.
Así, de la misma forma que los managers deben confiar en sus equipos y aprender a trabajar con grupos virtuales, la tarea de los profesionales es desarrollar habilidades de autogestión. “Es un cambio en su carrera. Tienen que saber configurar su agenda, establecer su propia rutina y saber relacionarse con sus colaboradores a distancia”, comenta Casaño.
“Se trata de trabajar en un entorno independiente, en el que se valoran los resultados y se conforman equipos multiculturales. Se abre la puerta a nuevas formas de colaboración para ganar en eficiencia y ahorrar costes. Es un reto en la cultura corporativa y en el liderazgo estratégico”, comenta Santiago Cuerpo, vertical director de Experis.
Nuevas herramientas
En este escenario, el uso de las nuevas tecnologías tiene un fuerte impacto en la estructura de los equipos. La empresa tendrá que facilitar los recursos necesarios a sus profesionales, y ‘estos deben ampliar sus conocimientos digitales. Alfonso de Benito, socio director de Executive Interim Management, apunta que como mínimo se tendrán que usar herramientas que permiten el trabajo colaborativo, por ejemplo, compartir contenidos, realizar videoconferencias e, incluso, firmar documentos a distancia. En este sentido, es importante establecer una política de protección de datos para asegurar toda la información.
Fuente: Expansión