La UE introduce un nuevo producto financiero para distribuir 13.000 millones a las PYMES
Las pequeñas y medianas empresas se han visto especialmente afectadas por la pandemia, razón por la cual la Comisión Europea autorizó este lunes que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) pueda usar un nuevo producto financiero a través de su fondo creado para mitigar los efectos de la pandemia, con el objetivo de movilizar hasta 13.000 millones de euros en inversiones para estas PYMES.
Específicamente, el Comité Ejecutivo ha aprobado la introducción de un nuevo producto en forma de garantías en tramos de seguridades sintéticas ligadas al Fondo de Garantía Paneuropeo, gestionado por el BEI, una de las tres redes de seguridad creadas por la UE al principio de la pandemia para asegurar la liquidez del tejido empresarial comunitario.
La medida busca apoyar a las PYMES que han visto afectada su actividad por el virus en los 22 Estados miembros que participan en el Fondo. Bruselas estima que este nuevo producto, con un presupuesto de 1.4 billones, movilizará “al menos” 13.000 millones en nuevos créditos. Los socios europeos participantes en la iniciativa son Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal y Suecia.
Hasta la fecha, el BEI ha aprobado un total de 17 billones en proyectos bajo el Fondo de Garantía Paneuropeo, de los cuales se espera que movilicen 143.200 millones. El objetivo global de esta herramienta creada es canalizar 200.000 millones en inversiones con un presupuesto de 25.000 millones. El nuevo producto financiero que ha sido autorizado por la Comisión Europea en forma de productos financieros sintéticos busca que el BEI pueda alcanzar los objetivos establecidos a través de este fondo para así apoyar a la economía real durante la crisis.
La securitización sintética permite a las instituciones financieras mantener una serie de actives (como una cartera de crédito) en sus balances y al mismo tiempo crear tramos con distintos perfiles de riesgo que son transferidos mediante la compra de protección en estos mismos tramos. De esta forma, el banco permanece como propietario del préstamo, pero cede el riesgo de impago a una tercera parte.
En este caso, el BEI será la entidad que ofrecerá a los intermediarios financieros protección en la forma de garantía en un tramo de riesgo, aunque con la condición de que la cartera cumpla con ciertos requerimientos. A cambio de esta garantía, el BEI cobrará al intermediario una cuota de garantía. Por su parte, el intermediario deberá trasladar el beneficio financiero obtenido con esta operación al beneficiario final del nuevo instrumento, en este caso las PYMES que reciben los préstamos.
Fuente: Today-in-24