Fuerte aumento del número de empresas belgas que utilizan la inteligencia artificial en sus negocios

Bélgica ha avanzado mucho en el uso de tecnologías de inteligencia artificial (IA) en los negocios, según concluye un nuevo informe publicado el martes por la Oficina Federal de Planificación belga. El verdadero impacto de este repunte de la IA sigue siendo objeto de debate, ya que el estudio cita repercusiones tanto positivas como negativas en el entorno empresarial belga.

En una encuesta realizada entre diez economías líderes de Europa y Asia, basada en datos recogidos por el Comité de Industria, Innovación y Emprendimiento (CIIE) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2021, se constató que Bélgica era el segundo mayor usuario de tecnologías de IA, por detrás de Dinamarca. La encuesta se realizó, en particular, antes de la invención de soluciones como ChatGPT y otros desarrollos.
“De los diez países participantes, Bélgica presenta la relación positiva más fuerte entre IA y productividad. A diferencia de casi todos los demás países, esta relación es sólida”, señala el informe. De hecho, las empresas que más recurren a la IA suelen encontrarse entre el 10% de las empresas más productivas del país.

El uso de herramientas de IA varía enormemente en la economía belga. El uso de la IA se ha extendido más entre las grandes empresas belgas, especialmente las que tienen más de 250 empleados. En total, el 41,6% de estas empresas utilizan herramientas de IA y otro 25,2% desarrolla soluciones de IA. En las empresas más pequeñas, el uso de la IA fue notablemente inferior.

Las empresas de entre seis y diez años son las más propensas a utilizar algún tipo de herramienta de IA en su trabajo diario. Bélgica presenta uno de los índices de adopción de la IA más bajos entre las empresas jóvenes de los países encuestados.

“Como era de esperar, el desarrollo y el uso de la IA es especialmente elevado en los sectores con un uso intensivo de las TIC, como la programación informática, la consultoría y los servicios relacionados, los servicios de información, las telecomunicaciones y los productos informáticos, electrónicos y ópticos”, informa la Oficina Federal de Planificación.
Otras industrias belgas, que no suelen asociarse a las tecnologías de la información y la comunicación, también se han convertido en las primeras en adoptar las tecnologías de la IA. En particular, el uso de la IA es relativamente elevado en la industria editorial, los servicios audiovisuales y la radiodifusión (13%), así como en el sector de los productos químicos (11%).

Parece probable que la IA impulse los medios de comunicación y el periodismo en Bélgica. Es el mayor usuario de herramientas de IA (38% de las empresas), por delante del sector de la electricidad, gas, vapor y aire refrigerado (27%) y la industria de la madera, papel, papelería e imprenta (23%).

¿Malas noticias para las pequeñas empresas?
No todas las empresas están dispuestas a correr hacia un futuro impulsado por la IA. La encuesta de 2021 preguntaba a las empresas por qué seguían sin estar dispuestas a adoptar soluciones de IA. La mayoría citó la falta de experiencia para implantar la tecnología, o problemas con la disponibilidad de datos, incompatibilidades con los equipos o sistemas existentes y el elevado coste de la inversión.

Los datos muestran signos iniciales prometedores, pero también una dinámica preocupante. Los datos de la encuesta aún no son lo suficientemente sólidos como para mostrar un vínculo fuerte entre la IA y la productividad, si se consideran junto con encuestas más recientes.

La Oficina Federal de Planificación expresa su preocupación por las “expectativas exageradas” sobre el impacto económico del despliegue de la IA. Si esta tecnología sigue despegando y provoca la revolución económica que algunos anticipan, a la Oficina le preocupa que esto pueda tener importantes repercusiones negativas.

“Si la IA conduce realmente a un fuerte aumento del crecimiento de la productividad en el futuro, como algunos predicen, habrá que tener en cuenta el posible impacto negativo sobre el empleo, pero también con un mayor aumento del dominio del mercado por parte de un pequeño número de empresas muy grandes”, concluye.