¿Frenan las prestaciones de desempleo el espíritu empresarial?
La subida de los tipos de interés, cuyo objetivo es desincentivar el gasto y fomentar el ahorro, podría provocar un aumento del desempleo. Esto se debe a que los préstamos bancarios son más caros, por lo que algunas empresas no pueden financiar la inversión o la producción con la misma facilidad. En consecuencia, es posible que intenten reducir costes despidiendo trabajadores.
La buena noticia es que los economistas conocen desde hace tiempo la respuesta a la creación de empleo: el espíritu empresarial. Las nuevas empresas son las que encienden el fuego de la economía con sus inversiones y los salarios que pagan a sus empleados.
Pero he aquí un enigma. Si los tipos de interés son más altos de lo que han sido durante muchos años, eso significa que las nuevas empresas no pueden pedir dinero prestado con tanta facilidad. Y si hay más parados, las nuevas empresas tendrán menos ingresos.
¿Cómo podemos garantizar que haya suficiente dinero en la economía para que las nuevas empresas prosperen y creen empleo, a pesar de que el dinero cueste más que sea prestado y la gente tenga menos para gastar?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sugiere que las prestaciones por desempleo son una buena forma de conseguirlo. Estos pagos permiten a las personas que pierden su empleo seguir gastando, apoyando a las empresas mientras buscan trabajo.
Este es uno de los objetivos de los regímenes de prestaciones por desempleo (además de proporcionar una importante red de seguridad humanitaria). Sin embargo, mi reciente investigación sugiere que las prestaciones por desempleo pueden tener una relación complicada con el espíritu empresarial.
¿Qué sabemos al respecto?
La investigación analizó más de 500 regiones europeas entre 2008 y 19 y observó que, incluso cuando se controlaban las fluctuaciones del producto interior bruto (PIB), la población, el cierre de empresas, la inversión extranjera y la fiscalidad, los aumentos del gasto nacional en prestaciones por desempleo parecían disminuir las tasas de creación de empresas.
¿Por qué? Pues bien, aunque parezca contrario a la intuición, el desempleo puede funcionar como catalizador del espíritu empresarial. Los economistas lo denominan iniciativa empresarial basada en la necesidad, en la que la gente pierde su trabajo y crea el suyo propio para evitar el desempleo.
Los economistas sostienen que las generosas prestaciones de desempleo pueden inhibir este tipo de iniciativa empresarial. Esto se debe a que reducen la motivación de las personas para crear un nuevo puesto de trabajo creando su propia empresa. Así que podría ser que los altos niveles de gasto en prestaciones por desempleo estén asociados a tasas más bajas de creación de empresas.
Pero no es tan sencillo. Investigaciones anteriores han demostrado que las empresas creadas como resultado de esta iniciativa empresarial basada en la necesidad pueden tener más probabilidades de fracasar.
Tradicionalmente, las nuevas empresas son creadas por empresarios que detectan un hueco en el mercado tan bueno que simplemente tienen que aprovecharlo. Renuncian a un empleo estable para aprovechar una oportunidad económica.
En cambio, las empresas basadas en la necesidad se crean porque el propietario no tiene otra opción. Puede que no haya ninguna motivación económica o pasional viable asociada al negocio, lo que puede dar lugar a una empresa poco rentable sin plan ni estrategia.
Así pues, aunque el espíritu empresarial basado en la necesidad contribuye a aumentar el número de empresas en la economía, no aumenta necesariamente el número de empresas de alto rendimiento.
Además, podría darse el caso de que el gasto en prestaciones por desempleo redujera el espíritu empresarial por otras razones. Los grandes gastos en prestaciones por desempleo también pueden estar financiando planes de vuelta al trabajo, así como pagos de prestaciones por desempleo. Y, por supuesto, la esperanza es que estos planes ayuden a la gente a encontrar trabajo más fácilmente de lo que lo harían de otro modo.
Esto también puede eliminar su necesidad de emprender por necesidad, porque la persona siente que ahora es más empleable y, como tal, tiene más probabilidades de encontrar un nuevo trabajo rápidamente.
En cualquier caso, esta relación negativa entre las prestaciones de desempleo y el espíritu empresarial revela uno de los muchos compromisos a los que se enfrentan los responsables políticos a la hora de abordar cuestiones económicas difíciles.
Las prestaciones por desempleo son necesarias tanto desde el punto de vista económico como humanitario. Ayudan a preservar los niveles de demanda de los consumidores en tiempos de crisis económica y también proporcionan una red de seguridad muy necesaria para los ciudadanos cuando los tiempos son difíciles.
El hecho de que una consecuencia no deseada pueda ser un menor índice de creación de empresas no es más que una contrapartida que los gobiernos deben tener en cuenta a la hora de elaborar sus políticas.
En última instancia, puede darse el caso de que los gobiernos inviertan mejor el dinero del gasto en desempleo para financiar programas de reinserción laboral que dirijan a las personas de vuelta al mercado de trabajo en lugar de someterlas a los riesgos asociados con el espíritu empresarial basado en la necesidad. En ese caso, la relación negativa entre el gasto en desempleo y el espíritu empresarial puede no ser tan perjudicial para la economía como podría parecer a primera vista.