El sector de la hostelería tomará medidas contra las nuevas restricciones al trabajo flexible
Representantes del sector de hostelería, restauración y catering (horeca) emprenderán acciones legales contra la nueva legislación sobre trabajo flexible ante el Tribunal Constitucional de Bélgica, anunciando: “Queremos apoyar a los empresarios deseosos de desarrollarse y a los trabajadores que eligen trabajar más”.
Los contratos de trabajo flexible permiten al sector hostelero contratar personal extra sin tener que emplearlo de forma permanente. Este tipo de contrato existe desde diciembre de 2015 en Bélgica y el número de “flexi-trabajadores” aumentó casi un 50% en 2023.
La nueva legislación que entrará en vigor este año permitirá a más sectores -industria, administración pública y educación- recurrir a los trabajadores flexibles. Algunos empleos del sector sanitario también podrán clasificarse como flexibles.
Pero en el lado negativo, según muchos empresarios, establece un límite de 12.000 euros anuales de ingresos libres de impuestos procedentes del trabajo flexible.
La nueva normativa también fija un salario máximo (16,78 euros/hora, el 150% del salario mínimo de 11 euros/hora) y la prohibición de que un trabajador “flexible” pase a ser contratado.
Las asociaciones Horeca Valonia, Bruselas y Flandes se muestran críticas con estas medidas, pues consideran que complicarán innecesariamente el trabajo flexible y, por tanto, no resultarán tan atractivas para las empresas que quieran crecer o las que deseen trabajar más horas.
Estas nuevas restricciones también agravarían de forma crucial la escasez de mano de obra, afirman los responsables de cafés y restaurantes.
“El Gobierno está restringiendo el acceso al trabajo flexible imponiendo límites máximos”, afirma Massimo Falasca, propietario del Mons café Le Quartier Latin.
Las organizaciones también critican que las cotizaciones patronales a la Seguridad Social hayan subido del 25% al 28%.
“En estos tiempos difíciles para los empresarios, nos molesta el aumento de las cotizaciones sociales patronales, aunque aceptamos que el Gobierno tiene derecho a decidir subir o bajar los impuestos”, afirma el sector.
Tras condenar la falta de un periodo transitorio para aplicar las nuevas normas y que no se asegure una evaluación de esta nueva ley hasta finales de 2025, exigen una “reacción rápida de los políticos a través del trabajo en el Parlamento y una ‘mesa redonda’ con las organizaciones del sector con el objetivo de volver a un sistema flexible, atractivo y sencillo”.
Las federaciones añaden: “Consideramos que hubiera sido más sensato realizar una evaluación antes de tomar una decisión y, además, tener en cuenta la experiencia de un sector que ha trabajado durante mucho tiempo con flexi-jobs”.
“Si se hubiera podido abusar del sistema, a las federaciones les hubiera gustado que se hubiera entablado un diálogo para ver cómo se podían resolver los problemas entre todos”.
En teoría, el flexi-trabajo constituye un trabajo adicional a los ingresos primarios, pero cada vez más se está convirtiendo en una fuente principal de empleo en Bélgica.
Según datos de la oficina de seguridad social ONSS, en 2022 había 60.363 flexi-trabajadores en el sector de la hostelería (excluidos los trabajadores temporales).
Los flexitrabajadores de la hostelería percibieron más de 224 millones de euros (netos) al año y aportaron a Bélgica más de 56 millones de euros en cotizaciones sociales a cargo de los empleadores.
Fuente: The Bulletin