El peor error que puedes cometer en tu currículum
Se trata de un truco tentador. A todos se nos ha podido pasar por la cabeza, pero utilizarlo en este documento te definirá automáticamente como no apto para un puesto.
¿Nivel de inglés? Considerando cómo se habla en mi país: avanzado. ¿Experiencia laboral? Un año, era becario, pero a fin de cuentas hacía lo mismo que cualquier otro empleado de la empresa. ¿Habilidades? Trabajo en equipo (¡será que no he entregado tareas con mis compañeros durante la carrera!).
Existe una fina línea entre embellecer con gracia el currículum para venderse bien de cara a un técnico de recursos humanos y la mentira. Según un estudio llevado a cabo en 2013 entre 2.300 encuestados por la página web trabajando.com, el 92% señaló no haber falseado nunca sus datos, pero ya se sabe que del dicho al hecho…
Las empresas se toman muy en serio las comprobaciones, lo que es cada vez más fácil gracias a las redes sociales
Manifestar una experiencia laboral lo más acorde posible con la oferta de empleo, exagerar las funciones desempeñadas en anteriores trabajos y adornar los estudios conseguidos para que se aproximen a lo que se solicita son tres de las técnicas más utilizadas. Hacer trampas respecto a la información que presentamos nunca fue una buena idea, pero hoy más que nunca, servirse de semejante treta puede ser una estrategia bastante poco afortunada.
Algo más que una mentira
En un sondeo llevado a cabo en Australia entre 460 reclutadores, el 68% de los mismos reconoció que acabó rechazando alguna vez a un candidato tras haber descubierto que la información remitida en su currículum era deshonesta o exagerada. El director de la investigación, Andrew Morris, advierte: los responsables de personal tienden a verificar los datos ahora más que nunca.
“Transpariencia y honestidad durante la solicitud del puesto y la entrevista son aspectos críticos para los candidatos que quieren ser tenidos verdaderamente en cuenta para un proceso”, cuenta Morris a ‘news.com’. “Muchas empresas se toman muy en serio las comprobaciones, lo que es cada vez más fácil gracias a los recursos online y a las redes sociales. En el momento en que se desvela una falsedad, la credibilidad profesional del candidato queda dañada, y sus posibilidades de lograr el puesto oscilan de pocas a absolutamente ninguna, incluso aunque sea la persona idónea para la vacante”.
Para descubrir a un impostor el reclutador puede realizar preguntas muy precisas o solicitar ejemplos específicos de la trayectoria profesional
¿Está permitido jugar, sin embargo, con los retoques? “Incluso los pequeños adornos tienen consecuencias que pueden aparecer más adelante. Si tienen éxito asegurándose el puesto, y son cazados posteriormente, esto puede conducir a la finalización del contrato, a perjuicios en su reputación y a la posibilidad de no recibir una carta de recomendación positiva de cara a futuros empleadores”. Los casos más graves son los de aquellos profesionales para los que el título supone una habilitación profesional, como los médicos, arquitectos o abogados. En tales situaciones la empresa puede iniciar incluso acciones legales.
Frente a efectuar las susodichas triquiñuelas, el experto ofrece una alternativa mucho más honrada y eficiente: elaborar un documento que sea corto, directo, sencillo de leer y que contenga palabras clave adaptadas a la oferta. Se trata de las mismas recomendaciones ofrecidas por Katie Simon, una joven cuyo currículum se presentó en varios medios como ejemplo perfecto y que le abrió las puertas de empresas como Google.
¿Cómo averigua el personal de recursos humanos una posible falsedad? Además de la búsqueda de información, el reclutador puede probar a realizar preguntas muy precisas o solicitar ejemplos específicos de la trayectoria profesional. A pesar de lo que se piensa, los gestos no son tan relevantes ya que la entrevista de trabajo suele ser una situación cargada de estrés donde ciertos ademanes nerviosos pueden confundirse con inseguridades. Dos problemas para los responsables de personal son aquellos candidatos que a pesar de ser descubiertos insisten en sus invenciones, así como los trabajadores que se creen verdaderamente mejores de lo que son en su campo. La seguridad de estos dos perfiles pueden hacer dudar en un primer contacto a cualquier responsable de recursos humanos.
Fuente: El confidencial