Descubra la fórmula para reinventarse profesionalmente

Descubra la fórmula para reinventarse profesionalmente

Es posible cambiar de empleo, de profesión, de carrera o sector. Si se pregunta si es posible reinventarse profesionalmente, la respuesta es “sí”. Será difícil, sobre todo si lleva mucho tiempo dedicado a una profesión, desarrollando una determinada actividad. Pero hoy hasta resulta recomendable dejar de hacer lo que estábamos haciendo y dedicarnos a otra cosa: emprender una nueva aventura profesional, cambiando no sólo de empleo, sino de carrera e incluso de sector.

Porque, básicamente, la reinvención profesional significa que somos capaces de sacar partido de aquello que ya sabemos hacer en otro sector, puesto o actividad. Supone tomar caminos diferentes o alternativos porque hemos adquirido las competencias básicas que podemos aplicar en otro campo, respondiendo a las exigencias del mercado laboral o a aquello que buscan las empresas.

Cada vez resulta más común (y sensato) desempeñar algún trabajo que no está relacionado con nuestra formación o experiencia previa. Se trata de romper el círculo vicioso que nos lleva a decir “no tengo trabajo porque no tengo experiencia, y no tengo experiencia porque nadie me da un empleo”. Ahí quedan atrapados muchos candidatos. Y además, en el nuevo mercado laboral los niveles de exigencia en lo que se refiere a cualificación son cada vez más altos, pero cuesta mucho ajustar esas cualificaciones a las necesidades reales de las empresas.

Trabajar en empleos diferentes puede suponer un paso adelante, de la misma manera que dar un paso atrás puede significar un avance profesional: ese paso atrás podría desatascar una carrera profesional bloqueada y no debe considerarse como un retroceso. Incluso un despido no tiene por qué ser el final de nuestra carrera o un drama. Se trata de una circunstancia que puede suponer un nuevo comienzo y una oportunidad no buscada, y que constituye un impulso eficaz de nuestra vida profesional.

Ha de ser capaz de convencer a los reclutadores de que puede usar las competencias que ha adquirido en otras áreas en las que no ha entrado aún. Identifique sus mejores cualidades y analice cuáles son las opciones del mercado laboral que mejor le sirven. Debe saber quién es, qué va a ofrecer, y qué quiere. Una vez que sea consciente de todo esto, analice el sector que le conviene y dónde puede desarrollar su carrera. Es posible que haya ciertas áreas que quizá no ha desarrollado aún y en las que usted es bueno.Puede empezar a formarse en ellas y conseguir una trayectoria profesional diferente.

-Su mejor activo es la adaptabilidad, la capacidad de aprender y de reaccionar al cambio.

-La pérdida de talento se da cuando nos fijamos sólo en evidencias como la experiencia o la formación, sin valorar las competencias que hay detrás de lo que hemos hecho realmente. Es necesario acercarse con mayor amplitud a un puesto que es distinto al título. No se trata tanto de lo que hemos hecho en el pasado como de las habilidades que hemos conseguido, y que tienen que ver con ese nuevo puesto.

-La clave está en saber cómo lograr la empleabilidad, y en mejorarla y gestionarla. Debe conocer sus puntos fuertes y las competencias diferenciales que le permitan dedicarse a distintas profesiones. Y ha de ser capaz de predecir qué hará en el futuro, y en qué sector o profesión estará trabajando dentro de unos años.

-Diseñe su carrera pensando en quién está dispuesto a invertir en su talento. Se trata de que se venda como si fuera una empresa o un producto.

-El reto es que las empresas y los empleados cambien, piensen y actúen de modo diferente, y que personas sin experiencia, pero con las actitudes correctas, tengan nuevas oportunidades. El currículo y la experiencia real son condiciones necesarias, pero ya no suficientes, y las teclas que predicen el éxito del desempeño están en el mundo de la personalidad o de las competencias.

Hay que tener en cuenta el recurso a las segundas oportunidades. La formación de los profesionales que apuestan por reciclarse no está adaptada a los nuevos tiempos. Así, quien no ha tenido la opción de estudiar una carrera universitaria pero está preparado para ciertos puestos y perfiles profesionales, tiene abiertas segundas oportunidades laborales. Cada vez más candidatos pueden dirigir su formación hacia ámbitos complementarios, y se presentan muchas posibilidades para los que quieren completar su desarrollo.

Fuente: Expansión

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