Cómo gestionar mejor tu tiempo durante el horario de verano
Con la llegada de los meses de verano la mayoría de las empresas se acogen a la jornada intensiva. La idea nos gusta, pero el problema llega cuando no sabemos gestionar las horas en esta nueva jornada a la que no estamos acostumbrados. Saber administrar este tiempo nos servirá también para cuando volvamos en septiembre con la jornada laboral normal.
Es imprescindible tener muy clara la escala de prioridades; por ejemplo, saber diferenciar lo que es importante de lo que es urgente. Según la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), la correcta gestión del tiempo en los periodos de aplicación de las jornadas intensivas demuestra la ineficacia de las largas jornadas.
ARHOE da una serie de recomendaciones para que empresarios y empleados puedan gestionar bien el tiempo durante la jornada intensiva y aumenten su productividad:
Cómo gestionar mejor el tiempo
- Planificar. Sin una buena planificación, la optimización del tiempo es una tarea imposible. Con esta nueva Jornada, las personas se verán obligadas a aprender a planificar su jornada de trabajo con suficiente antelación, por medio de reuniones de trabajo operativas que les permita distribuir sus tiempos a lo largo de la semana.
- Hacer un listado de tareas. Sería conveniente elaborar un listado de tareas al empezar el día, para ir realizándolas una a una. De esta manera se tendrá una mayor conciencia del tiempo que lleva ejecutarlas y se aprenderá a distribuir mejor el tiempo.
- Priorizar. No todas las tareas tienen la misma prioridad, y dentro de las urgencias, unas son más apremiantes que otras. Organice su tiempo en función de éstas y no devalúe el sentido de la palabra “urgente”.
- Convocar reuniones sólo cuando sea necesario. Las reuniones son una excelente herramienta para favorecer la comunicación y muy especialmente para tomar acuerdos, pero a menudo se pueden sustituir por una simple conversación telefónica o un mail.
- Estimular la optimización del tiempo. Al disponer de un menor número de horas para realizar las mismas tareas que antes distribuía a lo largo de una jornada completa, aprenderá a optimizar sus horas de trabajo, a ser más eficaz y resolutivo en la realización de sus labores profesionales diarias.
Cómo ganar productividad
- Aumentar la motivación. La jornada intensiva tiene una incidencia directa en la motivación de sus empleados. Están más satisfechos, más felices y con mejor disposición para el trabajo gracias a que tienen tiempo para dedicarlo a su vida personal y a su familia.
- Mejorar la colaboración. El verano es también el periodo vacacional para muchos trabajadores, algo que obliga a los que todavía no se han ido a implicarse más en las tareas y responsabilidades de los compañeros ausentes y a colaborar con otros departamentos y conocer así otros aspectos de la empresa hasta que vuelven los primeros para relevar a los segundos. Todo ello redunda en beneficio de uno mismo y de la empresa y es algo que sería muy difícil llevar a cabo en un ambiente de insatisfacción laboral.
- Saber desconectar (de verdad). Salir a una hora razonable de trabajar permite a la persona desconectar por unas horas de las preocupaciones laborales. Algo que sería muy difícil hacer si la jornada que comienza se vive como una continuación de la anterior porque se ha salido muy tarde y apenas le ha dado tiempo para cenar con la familia y acostarse. Un tiempo de ocio de calidad es esencial para liberar la mente y dejarla limpia y lista para una nueva jornada de trabajo productiva.
- Explorar nuevas facetas. Facetas de la personalidad del trabajador que más tarde pueden tener una incidencia directa en su trabajo. Desde cursos de formación que ahora tiene tiempo para realizar, hasta aspectos de desarrollo personal de cada uno de los trabajadores que, aprovechando que tienen más tiempo y están más relajados, pueden activarse o desarrollarse.
Fuente: 20 minutos