¿La consultoría es para mi?

¿La consultoría es para mi?

Hasta el momento no he conocido niño de 10 años que cuando le pregunte qué quiere ser de mayor, responda: “quiero ser consultor”. Tampoco existe una carrera universitaria de consultoría, por tanto, no se trata de algo que sea vocacional. El trabajo en consultoría se prueba y se aprende, y a partir de entonces, te engancha o lo odias, depende exclusivamente de ti, si lo miras como el vaso “medio lleno” o “medio vacío”.

En este contexto económico y temporal, no es raro que cuando busques empleo, la oferta publicada que encuentres sea de una consultora, pero… ¿Me atreveré a dar el paso?

Aunque no nos demos cuenta, muchos de los términos y formas de trabajar en consultoría nos las llevan inculcando desde pequeños. Independientemente de los estudios cursados, todos hemos hecho exámenes, trabajos en grupo, donde el profesor ha marcado la fecha del examen o entrega del trabajo y hemos movido cielo y tierra para poder llegar a las mejores condiciones, siguiendo unos hitos, buscando documentación y trabajando en equipo, aunque sea el último día a las 12 de la noche. Es decir, al igual que en consultoría, nos hemos planificado para cumplir los plazos que el cliente (profesor) nos ha impuesto con una calidad alta.

Si buscas un trabajo con un horario de 07:00 a 15:00, con tareas repetitivas y monótonas, realizando proyectos que muchas veces son abstractos, te garantizo que el mundo de la consultoría NO es el tuyo. En consultoría encontrarás dinamismo, diferentes tipos de proyectos y equipos. Muchas veces tocará salir de la zona de confort para poder adquirir nuevos conocimientos, referentes en los que te querrás ver reflejado, además de una carrera profesional bien definida con posibilidad de promoción y buen ambiente, de total colaboración y ayuda, ya que aquí si ganamos, ganamos todos.

Y sí, todos sabemos que lo dicho anteriormente viene acompañado de esfuerzo y exigencia, no todo iba a ser tan sencillo. Aprenderás conceptos que nunca creerías que ibas a conocer y en ocasiones tendrás picos de trabajo donde te darás cuenta de que realmente estás comprometido con el proyecto y con el equipo, que muchas de las veces se convertirán en tu familia.

Viendo que todas las opciones tienen pros y contras, desde mi punto de vista te diría una cosa: ¡Prueba! En el mejor de los casos vas a encontrar un mundo profesional que te hará feliz, y, si por el contrario consideras que la consultoría no está hecha para ti, no pasa nada, ese aprendizaje te servirá para futuras experiencias profesionales.

Fuente: El blog de Everis

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