6 cosas que los líderes exitosos hacen de forma diferente
Un buen liderazgo puede ser algo difícil de precisar y entender. Sabéis que estáis ante un buen líder cuando trabajáis con uno, pero incluso a él mismo le resultaría complicado explicar qué es lo que hace que su liderazgo sea efectivo.
Recientemente se rumoreó que el CEO de Starbucks, Howard Schultz, ocuparía la presidencia, pero Schultz descartó este idea inmediatamente. La determinación de Schultz hacia su empresa, que se sobrepone a la tentación de caer en el afán de protagonismo, es interesante. Lo que es admirable es su deseo de ser un líder de utilidad.
Su rendimiento no es algo que sólo se lo muestre a la prensa; su misión es crear una empresa donde a la gente se le trate con respeto y dignidad. Starbucks invertirá 250 millones de dolares durante los próximos diez años en los estudios de sus empleados, y Schultz se levanta todos los días a las 4 de la mañana para mandar emails motivadores a sus empleados.
Es a través de las acciones de los líderes -lo que él o ella dices y hace diariamente- donde se materializa la esencia de un buen liderazgo. Sólo necesitas estudiar lo que los buenos líderes hacen e incorporar estas pautas a tu repertorio.
Hay seis puntos fundamentales que los buenos líderes llevan a cabo y que los hacen destacar. Y cualquiera de nosotros podemos hacer lo mismo.
1.Son buenos sin ser débiles
Una de las cosas que a los jefes les resulta más difícil dominar es la bondad. La bondad implica compartir los méritos y reconocer con entusiasmo el trabajo de otros. Es un acto de equilibrio entre ser realmente bueno y no mostrar debilidad. La clave para alcanzar este equilibrio es reconocer que la verdadera bondad es intrínsecamente fuerte -es simple y directa. Decirle a la gente la verdad, aunque sea dura, que necesitaban saber es mucho mejor que protegerlos (o protegerte) de una conversación difícil. Esto es ser débil.
2. Son fuertes sin ser crueles
La fuerza es una cualidad importante para un jefe. La gente necesita coraje en sus líderes, que sean capaces de tomar decisiones difíciles y de mirar por el bien del grupo. Necesitan a un líder que mantenga el timón cuando las cosas se complican. Es mucho más probable que la gente se haga más fuerte cuando su jefe también lo es.
Muchos jefes fallan al dominar o controlar. Piensan que tomando el control y forzando a los trabajadores serán un ejemplo a seguir. La fuerza no tiene que ver con forzar a la gente; es algo que ganas con el tiempo y frente a la adversidad. Sólo así la gente te obedecerá.
3. Son seguros sin ser arrogantes
Seguimos a los jefes que son seguros porque la seguridad es contagiosa. El truco, como jefe, es asegurarte de que tu confianza no se convierte en arrogancia o chulería. La seguridad tiene más que ver con la pasión y con creer en tus habilidades para hacer que las cosas pasen, pero cuando tu confianza pierde contacto con la realidad, empiezas a pensar que puedes hacer cosas que en realidad no puedes o que has hecho cosas que en realidad no. De repente todo tiene que ver contigo. Esta arrogancia te hace perder tu credibilidad. Así, los jefes que tienen confianza en sí mismos son también humildes.
4. Son positivos pero también realistas
Otro de los grandes retos a los que los líderes se enfrentan es a buscar el equilibrio entre ser positivos y realistas. Piensa en un barco con tres personas a bordo: un pesimista, un optimista y un buen líder. Todo va bien hasta que de repente el viento empieza a soplar. El pesimista se hecha las manos a la cabeza y empieza a quejarse del viento; el optimista se cruza de brazos diciendo que ya mejorará, pero el buen líder dice “¡Podemos hacerlo!” y ajusta las velas y hace que el barco continúe navegando. La combinación correcta de positivismo y realismo es la que hace que las cosas salgan adelante.
5. Son modelos a seguir, no predicadores
Los buenos jefes inspiran confianza y admiración a través de sus acciones, no de sus palabras. Muchos jefes dicen que la integridad es muy importante para ellos, pero los buenos jefes se ahorran las palabras y la demuestran cada día. El resultado será más efectivo si actúas dando ejemplo en vez de ordenar.
6. Están deseando de ayudar a su gente
Los mejores líderes harán lo que sea por su equipo, y cubrirán siempre sus espaldas. No intentan exculparse y no se avergüenzan cuando fallan. No tienen miedo de decir “La responsabilidad es mía”, y se ganan la confianza de la gente apoyándoles. Los buenos jefes también valoran los retos, las críticas y los diferentes puntos de vista de sus trabajadores. Saben que un negocio que se desarrolle en un ambiente donde la gente tenga miedo de expresarse y ofrecer sus puntos de vista está destinado al fracaso.
Reunión de todos los aspectos
Un buen liderazgo es dinámico; mezcla una gran variedad de habilidades únicas que integran un mismo todo. Incorpora estos comportamientos a tu repertorio y verás como inmediatamente mejoras tus capacidades de liderazgo.
Lee el artículo original en la revista Entrepreneur.