11 trucos para las entrevistas de trabajo que son difíciles de dominar, pero que merecen la pena
Vale, ya has impresionado a tu jefe potencial con tu CV y tu carta de motivación. Ahora quiere hablar contigo, ya sea por teléfono, Skype o en persona.
Puedes dormir tranquilo, definitivamente estás cualificado para este trabajo. Es hora de sellar el pacto y bordar la temida entrevista de trabajo. Algunas personas son muy naturales a la hora de venderse a sus posibles futuros jefes. Otras no lo son. De cualquier manera, ya has llegado hasta aquí por lo que tienes que intentar hacer la entrevista lo mejor posible. Aquí van 11 trucos para llevarla a cabo:
Prepárate mentalmente antes de llegar
Este paso es difícil para muchas personas. Intenta respirar profundamente. Un buen truco para mantener la calma es visualizar tu éxito y aceptar que el rechazo es una posibilidad, pero no tiene por qué ser así.
Si estás nervioso, como escribe Steve Errey en The Daily Muse, es importante no asumir que el entrevistador está ahí para ser crítico y malo. No es tu oponente. En general, lo que buscan es sentirse sorprendidos.
“Te citaron para la entrevista porque alguien en la empresa quería conocerte”, dice Errey. “El entrevistador quiere oír más de las experiencias que ha leído en tu papel, y te prometo que nadie quiere ver cómo tiemblas”.
Prepara unas cuantas preguntas buenas
Las entrevistas de trabajo asustan. Al final de esta prueba, probablemente lo último en lo que estás pensando es en hacer preguntas.
Sin embargo, las buenas preguntas que demuestran conocimiento e interés por el trabajo son exactamente las que tienes que realizar para demostrar compromiso y participación.
Si eres de esas personas a las que les resulta imposible hacer preguntas espontáneamente, apúntalas en un papel. Ensáyalas un poco si eso te hace sentir más cómodo.
Rompe el hielo con un buen inicio de la conversación
Las primeras impresiones son importantes, por lo que debes comenzar con el pie derecho tu entrevista.
Todavía las entrevistas de trabajo se enmarcan en un contexto un poco intimidante, por lo que un truco es encontrar la conversación adecuada al comenzar. Puede ser difícil causar una perfecta primera impresión cuando estás muy nervioso al empezar.
Rachel Gillet ya subrayó en Business Insider que la clave está en hacerle ver al entrevistador que cuenta con tu atención completa; un buen inicio de la conversación incluye preguntarle a la persona por su fin de semana o hacer referencia a un post que te gustó publicado en las redes sociales de la empresa.
Sé sincero con respecto a tu debilidad
Cuando el entrevistador te pregunta por tu debilidad más destacable, puede ser difícil darle una buena respuesta. Hagas lo que hagas, no digas que trabajas demasiado duro. Enhorabuena a la primera persona que pensó responder eso, pero ya se ha convertido en un cliché.
Debatiendo sobre una lección impartida por el autor de finanzas y conferenciante Ramit Sethi, Richard Feloni indicó en Busines Insider cómo responder a este pregunta con truco: identifica tu mayor debilidad real y describe cómo la has corregido.
Mantén una correcta expresión corporal
Proyectar confianza no es fácil para todo el mundo. Aun así, es fundamental venderte bien en la entrevista.
Encorvarse, retorcerse en la silla y apartar la mirada son los comportamientos que pueden resultar raros o, peor, decepcionantes.
Está claro que es difícil controlarlos, pero si eres propenso a estos hábitos, haz un sobreesfuerzo para evitarlos durante la entrevista.
Investiga sobre los posibles salarios previamente
El dinero es un tema delicado que puede destrozar las entrevista.
Hacer los deberes es clave para evitar ambigüedades sobre el salario en la conversación con el entrevistador. Debes saber cuánto vales. Debes conocer el mercado. Cuando comencéis a hablar de los ingresos, intenta dirigir la conversación para que el entrevistador sea el que diga la primera cifra y recuerda ser flexible y honesto en el debate.
Tómatelo con calma
Parafraseando a la Banda S.O.S, tómate tu tiempo para hacerlo bien en la entrevista. Shana Lebowitz explicó en Business Insider que esta estrategia beneficia especialmente a las personas tímidas, permitiéndoles demostrar al entrevistador que tienen suficiente confianza como para sobrellevar las pausas y compromiso como para considerar minuciosamente cada respuesta. Si tienes prisa en la conversación, corres el riesgo de sonar incoherente y nervioso.
Reafírmate en tu tesis
Si estás ansioso o tienes poca experiencia en los procesos de selección, puede ser fácil demostrarlo en la entrevista. Puedes acabar parloteando sobre los mejores momentos de tu carrera, cuando en realidad deberías estar demostrando lo que puedes aportarle a la empresa.
Asegúrate de centrarte en lo que puedes hacer por la organización. Trata tu entrevista como si fuera un poco un ensayo. Todo debe formar parte de una misma tesis: por qué eres el perfecto candidato para este trabajo.
Sé sincero con respecto a tu motivación
La cuestión es tan simple que es un poco delicado responderla bien. Quieres destacar, pero no debes sonar falso o cursi.
La clave está en no sobrepensarla demasiado. La respuesta ideal debe ser real, pero positiva. Intenta preparártela un poco antes de la entrevista.
Pregunta por los pasos siguientes
Las personas tímidas o las que no están acostumbradas a los procesos de selección pueden encontrar dificultades para preguntar por los pasos siguientes. Sin embargo, esto es fundamental para demostrar que eres pragmático y serio con respecto al trabajo.
Además, como ya aseguró Natalie Walters, si tu entrevistador te contesta con entusiasmo, eso significa que has hecho bien la entrevista.
Envía un email dando las gracias
Supongamos que bordaste la entrevista. Es muy fácil entonces que te sientas aliviado y que descuides este paso. Sin embargo, algo tan simple como un email demuestra que te preocupas por el trabajo.