El espíritu empresarial se feminiza lenta pero inexorablemente en Bélgica
El empresariado femenino evoluciona positivamente, pero las mujeres siguen centrándose a menudo en determinadas actividades, con menos empleados y menos responsabilidades.
Aunque en Bélgica las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en la categoría de empresarias, cada año ganan terreno y acortan muy poco a poco la distancia que las separa de los hombres, revelan los datos publicados por FPS Economy con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Mujer, celebrado el 8 de marzo.
Las mujeres representan ya más de un tercio (35,5%) de los empresarios autónomos, y están recuperando terreno. Desde hace varios años, el aumento del número de personas que crean su propia empresa es más acusado entre las mujeres que entre los hombres.
Y la tendencia podría acentuarse, según la FPS, dado que tanto las trabajadoras autónomas como las asistentes tienen un perfil ligeramente más joven que sus colegas masculinos.
Mientras que en 2007 representaban el 33,4% de los trabajadores autónomos en Bélgica, en 2022 representarán el 35,5%.
La paridad aún queda lejos
Podemos congratularnos de que la brecha de género en el mundo empresarial tienda a reducirse, pero a este ritmo habrá que esperar hasta 2081 para alcanzar la paridad, según Unizo y la red flamenca de mujeres autónomas Vrouwennet.
La flexibilidad que permite este estatus en determinadas profesiones y los diversos avances sociales conseguidos por los autónomos en los últimos años son, sin duda, factores que contribuyen a ello.
Aparte de que las mujeres empresarias siguen siendo minoría, suelen dirigir empresas más pequeñas y con menos empleados.
Servicios y profesiones liberales: sus sectores preferidos
Las mujeres son más propensas a crear una empresa en los servicios, el único sector en el que son mayoría (58%), y en una profesión liberal como fisioterapeuta, arquitecta o abogada (43%). El número de mujeres autónomas en las profesiones liberales ha aumentado un 36% desde 2016 (+27% entre los hombres).
En el comercio, las mujeres representan el 36% de los empresarios autónomos. La proporción de mujeres es menor en la industria (16,4 %).
La mayoría de las mujeres que trabajan como autónomas o como cuidadoras (60,4%) lo hacen como actividad principal, el 31,6% como actividad complementaria y el 8% como pensionistas.
Por último, las mujeres siguen teniendo menos responsabilidades que sus homólogos masculinos: el 40% tienen la condición de administradoras (el 55,6% en el caso de los hombres), pero el número de mujeres administradoras no ha dejado de aumentar. Incluso se ha duplicado en diez años.
Fuente: L’Echo