El deseo de emprender crece tímidamente entre los jóvenes francófonos

El deseo de emprender crece tímidamente entre los jóvenes francófonos

El número de estudiantes que lanzan sus propios proyectos aumenta lentamente entre los belgas francófonos, a pesar de que desde hace varios años están en vigor estatutos a su favor.

“No hay cultura emprendedora en Valonia y Bruselas”, según François De Smet, Presidente de DéFI, en un reciente artículo publicado L’Echo. Para justificar esta afirmación, argumenta que “existe un estatuto del estudiante-empresario, y el 80% de los neerlandófonos lo utilizan”.

¿Los jóvenes francófonos carecen de vena emprendedora? Para comprobarlo, se ha calculado la disposición de los jóvenes francófonos a convertirse en emprendedores a través del estatuto de estudiante-empresario.

En realidad, existen dos “estatutos” para los estudiantes que desean lanzar su propio proyecto paralelamente a sus estudios: estudiante-empresario y estudiante-independiente.

El estatus de estudiante – empresario fue creado por Bernard Surlemont, profesor de emprendimiento en HEC Liège, a finales de 2014. “Originalmente, el objetivo principal era ofrecer a los estudiantes con una actividad profesional un estatus académico que les permitiera reclamar ciertas adaptaciones pedagógicas“, explica el creador del estatus.

Al mismo tiempo, Bernard Surlemont ha puesto en marcha en HEC el Venture Lab, la primera incubadora de jóvenes empresarios. “Tenemos muchos más estudiantes ‘incubados’ que estudiantes con estatus de emprendedor”, señala. La incubadora les ofrece toda la legitimidad y el apoyo que necesitan.

Estas incubadoras de empresas están teniendo bastante éxito. StartLAB, la incubadora de la Escuela Solvay de Bruselas de la ULB, ya ha apoyado a casi 900 jóvenes emprendedores, aunque sólo 40 estudiantes se han beneficiado del estatus especial concedido por su universidad.

El estatus de estudiante – independiente es muy diferente. Creado en 2017 por Willy Borsus, permite a los estudiantes menores de 25 años que deseen poner en marcha su propio proyecto beneficiarse de un sistema ventajoso de cotizaciones a la seguridad social y seguir teniendo derecho a la asistencia sanitaria como persona a cargo.

Un aumento relativo

Según Inasti, el número de autónomos aumentó un 79,7% entre 2017 y 2023. Un buen incremento, pero que hay que relativizar. En cifras absolutas, el número de autónomos pasó de 5.008 en 2017 a 9.000 en el primer trimestre de 2023.

Por otro lado, existe una verdadera brecha entre neerlandófonos y francófonos. En 2022, 6.514 neerlandófonos utilizaban este estatuto frente a 2.121 francófonos. Esto puede explicarse por razones demográficas y administrativas, por un lado, pero también por “una mentalidad anglosajona, orientada a los negocios y muy valorada en Flandes”, según Olivier Vandenabeele, consultor del departamento de investigación de la UCM.

Otras vías por explorar

La introducción de estos estatutos, así como de incubadoras de empresas y horarios flexibles, ha contribuido al aumento del número de estudiantes que desean lanzar sus propios proyectos, pero según Amélie Jacquemin, profesora de espíritu empresarial en la Escuela de Gestión de Lovaina, también hay que explorar otras vías para impulsar el deseo de emprender. Hay que exponerles a esta cultura empresarial, explicarles sus entresijos para prepararles lo mejor posible y que se planteen tomar ese camino”, comenta.

Ser estudiante – emprendedor es una situación delicada, porque los empresarios incipientes tienen que tener éxito en sus estudios y gestionar su propia empresa al mismo tiempo. Esta posición se ve socavada cuando dejan de cumplirse las condiciones para beneficiarse de un estatuto fiscal ventajoso. “Ahí es donde se pone el dedo en la llaga”, explica Amélie Jacquemin. “Falta un eslabón en la cadena para garantizar una transición fluida entre el momento en que el joven recibe una ayuda fiscal y el momento en que pasa a un régimen completamente distinto. Esto ha complicado mucho la rentabilidad de algunos de los estudiantes que he conocido”, concluye.

Entre 2016 y 2022, las incubadoras de estudiantes valones han ayudado a crear 400 empresas y 2.000 puestos de trabajo. El ambicioso objetivo de Wallonie Entreprendre es sensibilizar a más de 100.000 jóvenes sobre el espíritu empresarial de aquí a 2025.

Fuente: L’Echo.

Share this post