Incorporar la sostenibilidad a su empresa: hacia una nueva forma de hacer negocios
Lo que llamamos “sostenibilidad” no es nuevo. Esta noción ha sido ampliamente utilizada desde los años 90 cuando se habla de la sostenibilidad de nuestra sociedad. En la intersección de las tres dimensiones de la economía, el medio ambiente y la equidad social, la sostenibilidad perfila el mundo en transición que debemos a las generaciones futuras.
En Bélgica, como en el resto de Europa, las PYME y los emprendedores constituyen una parte muy importante del tejido económico. Por tanto, estos actores tienen un papel que desempeñar en el reto de la sostenibilidad, al igual que las universidades, que forman a los futuros gestores y empresarios del mañana.
Educación para el emprendimiento sostenible
La educación emprendedora está, en general, cada vez más teñida por esta coloración de sostenibilidad. Ya no se trata sólo de proporcionar a los aspirantes a empresarios las herramientas y los enfoques para crear o hacerse cargo de una empresa, sino también de despertarles a las diferentes formas que puede adoptar una organización (de mercado y no de mercado), de llevarles a cuestionar los valores que quieren defender a través de estas organizaciones y de desarrollar nuevos modelos empresariales más sostenibles. En este último punto, los modelos de economía circular permiten abordar las cuestiones relacionadas con los residuos y el consumo excesivo. Otros modelos, como el de “uno por uno”, tienen como objetivo proporcionar, por cada producto o servicio adquirido, un producto o servicio idéntico de forma gratuita a una persona necesitada. También aparecen en los programas cursos específicamente dedicados al emprendimiento sostenible.
Al mismo tiempo, el intraemprendimiento sostenible también está cobrando impulso al ofrecer a los empleados la oportunidad de actuar de forma empresarial dentro de su organización. De hecho, según Accenture, el 48% de los consejeros delegados en 2019 cree que integrar la sostenibilidad puede contribuir al éxito futuro de su negocio. Por ello, las empresas buscan nuevos empleados que puedan integrar esta dimensión en su toma de decisiones y búsqueda de oportunidades.
¿Y en términos concretos?
En la UCLouvain, el curso de Emprendimiento Social y Sostenible fue pionero hace varios años como parte de la formación interdisciplinaria de creación de empresas del CPME. Muy recientemente, la universidad ha puesto en marcha el plan Horizonte 600, que pretende plasmar la universidad sostenible para 2025. Por un lado, el objetivo es educar a los 31.000 alumnos para que avancen hacia un desarrollo sostenible de la sociedad mediante la valorización de las personas y la consideración de los recursos limitados de la tierra. Por otro lado, la universidad también pretende reducir su huella de carbono y realiza inversiones sostenibles desde 2017.
Además de la enseñanza, los académicos también llevan a cabo actividades de investigación. En esta dimensión, la sostenibilidad también está en el centro de nuestras actividades. Se acaba de poner en marcha un proyecto de investigación más específico sobre la educación para el emprendimiento sostenible. El objetivo es examinar la eficacia de los objetivos y métodos de aprendizaje del espíritu empresarial sostenible. También se está estudiando la pertinencia de las competencias transmitidas en estos cursos para quienes trabajan sobre el terreno. Sin embargo, esta sensibilidad hacia la sostenibilidad va más allá de la investigación sobre el emprendimiento. En la UCLouvain, muchos jóvenes investigadores están integrando esta nueva dimensión en sus campos de investigación.
Por ejemplo, se está investigando la repercusión de Covid-19 en el consumo ecológico de productos alimentarios en el ámbito del marketing o el interés de los inversores por los fondos sostenibles en las finanzas.
Fuente: La libre