Por qué hay que deshacerse del CV
No es una de las formas más eficaces de conocer a un trabajador ya que no muestra bien el talento.
El curriculum vitae es el documento en el que intentamos resumir nuestra vida laboral de la forma más atractiva posible, con la expectativa de incrementar las posibilidades de conseguir un trabajo. Es una herramienta que apenas ha cambiado a lo largo de los años, ya que aún se considera imprescindible para la búsqueda de trabajo. La pregunta es, ¿de verdad lo es?.
Esta visión sigue vigente, aunque algunas tendencias apuntan a que la actitud hacia el CV es más negativa de lo que se pueda pensar. Los candidatos odian escribirlos y muchos reclutadores detestan tener que leerlos. Y es que el CV no es una de las formas más eficaces de conocer al futuro trabajador, y no asegura la selección del talento óptimo para cada puesto.
La ironía radica en que su mayor ventaja es también su principal defecto: su simplicidad. Se supone que a través del currículum el reclutador se puede hacer una idea completa del futuro empleado, pero este ideal a menudo dista de la realidad que se encuentran los profesionales de recursos humanos. El currículum puede revelar un buen empleado, o bien puede mostrar a alguien que simplemente sabe hacer documentos de este tipo. Al fin y al cabo, este resumen es una ventana que tan sólo nos deja ver la habitación de una casa, y esa ventana puede estar sucia.
Se podría decir que el currículum se ha mantenido hasta ahora porque no había otra cosa, pero los tiempos –y los métodos- han cambiado y según algunos la muerte de esta herramienta se encuentra próxima. Hay varias razones para ello, pero las nuevas tecnologías de la información, específicamente las redes sociales, ocupan un papel predominante. ¿Cuánta información deja un usuario online?. A menudo resulta superfluo recurrir a un currículum para hacerse una idea del empleado potencial, cuando la misma información está disponible en Linkedin, y además mucho más expandida y desarrollada. Por supuesto, también se puede averiguar más del trabajador explorando sus otras redes sociales como Twitter y Facebook, una tendencia que, aunque debatida, es practicada por muchos reclutadores.
Si el objetivo último es tener una imagen completa del candidato, el currículum resulta además muy limitado, ofreciendo una imagen congelada en el tiempo y restringida al terreno laboral. ¿Qué hay de la personalidad del candidato, sus intereses, o sus habilidades blandas que lo pueden hacer idóneo para un puesto?. Las herramientas de análisis de personas (People Analytics) pueden ofrecer respuestas mucho más útiles para el proceso de selección.
Además se está dando un fenómeno bastante preocupante, y es que ha habido un incremento significativo de graduados universitarios que cada vez salen peor preparados para el mercado laboral. Las principales razones son por una parte una formación demasiado centrada en la teoría y divorciada de las realidades del mercado laboral; por otra parte un ambiente laboral que cambia a tal velocidad que muchas veces deja obsoleto los conocimientos adquiridos por los universitarios incluso antes de que terminen la carrera. En la economía de las habilidades, un efecto de la IV Revolución Industrial que trae al frente las capacidades individuales por encima de la educación formal, este es un factor que los Recursos Humanos no pueden permitirse ignorar.
Por todo lo anterior, queda cada vez más claro que los reclutadores necesitan cambiar de estrategia. Es por eso que cada vez más empresas utilizan pruebas de habilidad personalizadas, realizando un análisis más multidimensional para juzgar al candidato. El curriculum se resiste a desaparecer pero su muerte es inevitable. En la economía de las habilidades, no tiene sentido intentar ver la casa a través de la ventana cuando las herramientas actuales nos permiten entrar y verla desde dentro.
Fuente: elPais.CincoDías