¿Cómo será el empleo del futuro?
En opinión de José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo y responsable global de economía, regulación y relaciones institucionales de BBVA, esta revolución creará oportunidades y también obligará a trabajadores y empresas a reinventarse. Entre los retos más inmediatos que plantea: un sistema educativo que se adapte a las necesidades del mercado laboral.
Hay una realidad innegable: la Cuarta Revolución Industrial tendrá efectos disruptivos en el empleo. Así lo ha destacado el consejero ejecutivo de BBVA durante la Cumbre Europea organizada por la Fundación Cotec para la Innovación en Mafra (Portugal), que ha contado con la participación del Rey Felipe VI, junto a los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, e Italia, Sergio Mattarella. José Manuel González-Páramo ha formado parte de un panel sobre cómo ‘Acelerar el trabajo 4.0 en las organizaciones’, moderado por el periodista del Financial Times, John Gapper.
José Manuel González-Páramo ha apelado a una educación que forme a las personas en capacidades como la inteligencia emocional, la creatividad y el trabajo en equipo. En el caso de BBVA, ha explicado que la comunicación interna ha sido clave para trasladar a los empleados “cuál es su rol en un banco 4.0” y fomentar el desarrollo de nuevas capacidades digitales. “Necesitamos contratar talento específico como los científicos de datos, pero existen otras habilidades que se pueden desarrollar internamente”.
Asimismo, ha defendido que las organizaciones sean “ágiles, líquidas y planas”, sin jerarquías ni distinciones basadas en la antigüedad de los trabajadores en la empresa, sino en la consecución de resultados. También ha destacado la importancia de ofrecer planes de carrera y un buen equilibrio entre la vida laboral y la personal. Todo ello supone un “enorme desafío” para las empresas, y se mostró “muy satisfecho” con el progreso de BBVA en este camino.
La experiencia de BBVA en la transición al nuevo entorno
La transformación digital ha llevado a las empresas a adaptarse desde el punto de vista estratégico, tecnológico y cultural, tal como ha recordado José Manuel González-Páramo en su intervención. En el caso de BBVA, la entidad ha acometido todo un cambio cultural muy vinculado a las nuevas formas de trabajar.
¿Cómo? BBVA ha evolucionado hacia una organización con menos niveles jerárquicos, con fronteras menos definidas y donde algunos de los líderes más destacados del banco tienen equipos pequeños pero de alto impacto. Ejemplo de estos cambios son la implantación de la metodología ágil para la ejecución de proyectos y la evolución en las formas de trabajar hacia equipos multidisciplinares. En esta línea, BBVA ha adaptado sus lugares de trabajo, con espacios abiertos sin barreras a la comunicación (filosofía ‘Somos un equipo’).
La entidad ha desarrollado un modelo que pone en manos de los profesionales los recursos y herramientas para que puedan diseñar su propia carrera profesional y su formación. Este modelo da respuesta a la brecha cada vez mayor entre los profesionales que demanda el mercado y la formación que se imparte en las universidades. Esta tendencia, ha destacado el consejero ejecutivo de BBVA, lleva a las compañías a crear sus propias universidades corporativas, como Campus BBVA.
BBVA afronta además el desafío de incorporar nuevo talento digital e integrarlo con el ya existente en la entidad, con el objetivo de formar equipos multidisciplinares que trabajen juntos de manera efectiva. Y por último, pero no menos importante, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal es una cuestión clave al atraer y retener el talento, sobre todo en las nuevas generaciones. BBVA lleva años promoviendo medidas para facilitar este equilibrio, como horarios de trabajo flexible y teletrabajo.
Fuente: Grupo BBVA