Claves para lograr un equipo de trabajo orientado al éxito
Trabajar en equipo no es una tarea fácil. Desde que estábamos en la época de escuela lo sabemos, liderar a un grupo de personas para conseguir un objetivo común podía ser realmente una pesadilla. Ya en el mundo laboral somos adultos y, al menos en teoría, enfocados en alcanzar la misma meta.
Todos hemos tenido experiencias negativas cuando se trata de conseguir un equipo de trabajo dispuesto a alcanzar el éxito tanto en proyectos grandes como pequeños. Cuando se es el líder hay que conocer a cada integrante para poder aprovechar al máximo sus habilidades y contrarrestar sus debilidades.
A quién no le ha ocurrido que una buena idea termina siendo un fracaso porque uno o varios de los involucrados no cumplieron con su parte. Sabemos que la solución no es aplicar la poco práctica frase de “si quieres que algo salga bien, hazlo tú mismo”, sino poner en práctica ciertas claves o principios que incentiven al equipo y lo orienten hacia el éxito.
Te presentamos las 9 claves que debes seguir para lograr el mejor equipo de trabajo.
Reglas claras
El primer paso para que un equipo funcione debe ser obligatoriamente tener las normas establecidas y muy bien explicadas desde el comienzo. No importa si se tiene una amistad fuera de la oficina o negocio, o si por el contrario hay diferencias de opinión. Se debe respetar la jerarquía, dejar claros los tiempos de entrega de cada proyecto y el papel que desempeña cada miembro del grupo de trabajo y esto debe establecerse desde el primer momento. Incluso los equipos más modernos que no se rigen por un reglamento estricto deben tener ciertas normas esenciales para que se alcancen las metas.
Confianza grupal
¿Por qué en los estudios preferimos trabajar en equipo con amigos? La razón principal es porque existe una confianza que permitirá que el trabajo se desarrolle de la mejor forma. No se trata de contratar solo a los amigos, sino crear un ambiente de trabajo que les permite a cada uno desarrollar su personalidad y darse a conocer hasta entrar en confianza con los compañeros. Esto generará una empatía mutua que hará que realicen sus tareas grupales de una forma más satisfactoria.
Responsabilidad compartida
Ser parte de un equipo implica ceder un poco de individualidad a favor de la colectividad. Esto significa que los logros no pertenecen a una sola persona, y por lo tanto tampoco los fracasos. Tal como sucede en un equipo de fútbol, el jugador que anota el gol es felicitado por sus compañeros, pero también el arquero, los defensas, los centrales, el coach y cada una de las personas que tuvo algo que ver con el triunfo. Un buen líder motiva en su equipo la responsabilidad compartida. Si hay un éxito se celebra en grupo. Si hay un problema también se soluciona en conjunto.
Tareas divididas
“Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”, dijo una vez la Madre Teresa de Calcuta. Esta frase resume perfectamente el concepto de trabajo en equipo. Ni el líder ni ningún otro empleado de la empresa o emprendimiento pueden tomar atribuciones que no le corresponden o menospreciar las habilidades de sus compañeros. Se le debe pedir a cada quien que desempeñe el rol para que el que fue contratado. Cada uno ocupa un puesto valioso que de no estar presente en la ecuación alteraría de forma negativa el resultado final.
Sentido de pertenencia
El desarrollo de una identidad con común es indispensable en el camino al éxito grupal. Por lo general nos identificamos con algo y somos capaces de defenderlo incluso sin obtener nada a cambio. Así como los fanáticos de los Lakers pueden pasar horas discutiendo a favor de su equipo o como los clientes se hacen asiduos a alguna marca en específico, es importante que los empleados tengan sentido de pertenencia y sientan la empresa o el proyecto como propio. Ello hará que lo defiendan a capa y espada y lo lleven hasta el éxito. Esto se logra definiendo la importancia de cada integrante y fijando principios comunes que los identifiquen como unidad.
Toma de decisiones en conjunto
Si el equipo de trabajo está liderado por una persona que no escucha sugerencias ni tiene en cuentas las opiniones de los demás integrantes del grupo, probablemente el final del camino para la empresa o proyecto sea el fracaso. Todos hemos tenido jefes que intentan imponer sus pensamientos sobre los del resto sin siquiera detenerse a evaluar si efectivamente son las más apropiadas. Una reunión de equipo, en la cual se pongan sobre la mesa planteamientos, alternativas, ideas y más es una excelente forma de integrarse y además aprovechar el talento individual para determinar junto cuál es el mejor camino a seguir.
Comunicación efectiva
Imagina un partido de béisbol. Ahora piensa qué pasaría si ninguno de los miembros del equipo se comunica entre ellos antes del partido, e incluso durante el juego a través de señas y miradas. Sin duda perderían de una manera vergonzosa porque no tendrían una estrategia definida que los lleve al éxito. Lo mismo ocurre en cualquier empresa. La comunicación es esencial para alcanzar el objetivo planteado. Deben existir los canales adecuados para que los integrantes hablen, se escuchen y se retroalimenten. Puede ser a través de una red interna, en reuniones, vía telefónica, correo electrónico o hasta Whatsapp, siempre y cuando todos estén de acuerdo con la idea, se sientan cómodos y tengan acceso al canal.
Job Shadowing
Este concepto es uno de los métodos de trabajo que emplea Microsoft entre sus empleados. Cada trabajador que ingresa a la empresa debe pasar un determinado período de tiempo con algún compañero que tenga experiencia en el área. Durante el lapso estipulado se mantendrán juntos en todas las actividades. El nuevo se convertirá en la “sombra” del experto para aprender de una manera rápida y eficaz.
Seguimiento
Es importante mantener siempre la atención sobre el proyecto o la empresa en sí. Detectar fallas y atacarlas a tiempo, posibles desmotivaciones en el equipo, oportunidades que surjan en el camino y más. El seguimiento es clave para llegar al éxito y mantenerse.
El equipo de trabajo puede convertirse en una familia. Con fallos, alegrías, tristezas y desacuerdos, pero enfocados en la misma meta el camino llevará irremediablemente al éxito si se aplican las claves que mencionamos anteriormente. La confianza grupal se desarrollará a medida que fijen objetivos y los vayan alcanzando juntos; o incluso cada vez que fracasen aprenderán como equipo una gran lección que será muy valiosa para los próximas metas que se tracen.
Como dijo Henry Ford en una oportunidad: “Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito”.
Fuente: Entrepreneur