Por qué escasean los perfiles digitales
Las empresas deben incorporar a expertos en los nuevos lenguajes tecnológicos para seguir creciendo. Sin embargo, las posiciones digitales no se llegan a cubrir debido a la falta de profesionales realmente cualificados que cuenten con varios años de experiencia.
Encontrar perfiles digitales se ha convertido en una auténtica odisea para muchas empresas. Las compañías necesitan profesionales que lideren su transformación, pero lo cierto es que existe una gran escasez de expertos que dominen los nuevos lenguajes tecnológicos. De hecho, muchas veces las organizaciones tardan hasta varios meses en localizar al aspirante perfecto. La demanda de estos especialistas es una tendencia global. En ocasiones, se trata de candidatos que deben reciclarse y adquirir habilidades diferentes y en otras, incluso, se trata de profesionales totalmente novedosos.
Según ISDI, la principal transformación que ha vivido el mercado no se define sólo en términos económicos, sino también tecnológicos. Internet ha creado un panorama global que ha cambiado la forma de actuar de las organizaciones. En el estudio Mapa de profesiones digitales, elaborado por esta escuela, se concluye que “la mitad de las empresas que habrá en 2020 aún no han nacido y, entre las más grandes, estarán compañías con menos de 20 años de historia. Todas ellas, eso sí, digitales”.
Los expertos se mueven de una empresa a otra según el proyecto en el que quieran trabajar
Esta revolución ha sido tan rápida que las empresas han de incorporar de forma inmediata a estos perfiles para seguir creciendo. En este panorama, las organizaciones tienen el reto de definir bien el tipo de experto que necesitan, y los profesionales deben tunearse de arriba a abajo para avanzar al mismo ritmo que lo hace el mercado. El mundo digital ha traído nuevas oportunidades de empleo que hay que aprovechar.
Posiciones
Se estima que en España hay en torno a 350.000 puestos sin cubrir debido a la falta de perfiles con competencias digitales. “En general, las áreas con mayor demanda son márketing digital (39%), ecommerce (18%) y comunicación y contenidos (13%). Aunque los sectores de analítica, big data y desarrollo en soportes móviles son los que están experimentando un mayor crecimiento y que van a cambiarlo todo en los próximos años”, explica Nacho de Pinedo, CEO de ISDI. Asimismo, añade que están apareciendo profesiones nuevas e híbridas. Muchas organizaciones buscan especialistas en el lenguaje digital que además cuenten con una preparación muy particular a caballo entre dos áreas. Por ejemplo, los expertos en márketing y analítica son muy demandados, más aún si tienen conocimientos en la especialidad en la que opera en la empresa.
La demanda de estos perfiles es transversal y afecta a empresas de todos los sectores y tamaños. Turismo, viajes o moda fueron algunos de los primeros en llevar a cabo esta transformación, pero no hay que obviar a otros más tradicionales. “El agricultor de mañana nada tendrá que ver con el de hoy. Éste tendrá que usar apps para sacar un mayor partido de sus tierras. Lo mismo ocurre en el mundo jurídico. Por ejemplo, los abogados deberán trabajar con sistemas de inteligencia artificial”, apunta Luis Miguel Olivas, gerente de emprendimiento y empleabilidad de Fundación Telefónica. Además, ningún rango puede prescindir de estos profesionales. Se reclaman para posiciones que van desde directivos hasta gestores de proyectos, pasando por estrategas y analistas.
Los reclutadores tienden a definir a estos perfiles como “talento digital”. No sólo buscan unos conocimientos muy concretos, sino que también valoran una serie de competencias cruciales para poder moverse en el nuevo escenario. Según De Pinedo, son perfiles que han aceptado que estamos ante un nuevo paradigma y que tienen capacidad para aprender e innovar en un entorno cambiante.
Escasez de profesionales
Cada vez más organizaciones son conscientes de las dificultades que existen para fichar a los nuevos perfiles digitales. Según Albert Corbella, manager de Spring Professional IT, esta situación se debe principalmente a tres razones: “En primer lugar, hay más demanda por parte de las empresas que oferta de perfiles realmente cualificados. Por otra parte, cada vez más compañías extranjeras crean aquí sus equipos, ya que la mano de obra es más barata que en el ámbito internacional. Aun así ofrecen un salario más alto que el que establecen las compañías españolas y así consiguen quedarse con los mejores profesionales. Por último, están naciendo una gran cantidad de start up tecnológicas que aumentan todavía más la demanda”.
Según Olivas, es crucial resolver la clásica brecha que existe entre el mundo académico y el mercado laboral, y que en el panorama digital se hace todavía más evidente: “Las compañías demandan perfiles que todavía no existen y las universidades aportan profesionales que no interesan a las organizaciones”.
Silvial Leal, experta en innovación y transformación digital, señala que cada año surgen 150.000 vacantes nuevas relacionadas con el mundo TIC. Sin embargo, no se cubren. Sólo un 7% de los jóvenes opta por carreras tecnológicas y los profesionales actuales tardan mucho en reciclarse. “Existen muchos estereotipos acerca de las carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) y además los contenidos que se imparten en estas disciplinas suelen estar desactualizados”, comenta Leal.
Además, las organizaciones están reclamando perfiles con varios años de experiencia en el mundo digital, algo que resulta muy difícil de encontrar. “Son puestos relativamente recientes y no abundan profesionales que hayan desarrollado una clara visión estratégica de las organizaciones de las que forman parte”, admite Rubén Berrocal, responsable de equipo de Randstad Technologies.
Estrategia
“Apenas se está creando empleo neto en el mundo digital. De hecho, los pocos profesionales que hay se van moviendo de una compañía a otra según el proyecto en el que más les interese trabajar”, añade Corbella.
En este sentido, las empresas tienen la tarea de definir bien sus estrategias. Ahí se encuentra otra de las razones por las que cuesta tanto cubrir las vacantes digitales. En los últimos años, se ha podido apreciar cómo muchas organizaciones no han sabido definir los roles que necesitaban, sus responsabilidades y su salario. “Muchas compañías están abordando el mercado digital sin tener una estrategia clara, algo que hace muy difícil determinar los objetivos de las nuevas posiciones y, por tanto, encontrar al candidato adecuado”, asegura Berrocal.
Como consecuencia, los perfiles más cualificados optan por empresas muy atractivas que son capaces de plantear proyectos innovadores e internacionales. Organizaciones como Amazon, Zalando, Wallapop o Airbnb son expertas en atraer a los profesionales más disruptivos. “Por ejemplo, entre una farmacéutica tradicional en plena transformación y una organización que ya ha nacido en el entorno digital, los profesionales se decantarán, sin duda, por la segunda. Estos especialistas tienen la oportunidad de elegir dónde trabajar”, recalca Sylvia Taudien, experta en captación de talento digital y cofundadora de Indigital Advantage.
Asimismo, la dificultad para encontrar a estos perfiles provoca que los procesos de selección tiendan a alargarse más de lo debido. “En una ocasión, estuvimos medio año buscando un analista digital para una empresa de retail. Finalmente, tras no dar con el perfil idóneo la organización optó por formar a uno de sus empleados”, recuerda Taudien. Para la experta, instruir a los profesionales desde dentro de la compañía es importante. No obstante, considera que para cubrir posiciones estratégicas es crucial contratar a alguien de fuera que tenga una visión global y ofrezca un gran conocimiento sobre cómo transformar una organización.
Altos salarios
Todo indica a que la necesidad de estos perfiles seguirá creciendo en los próximos años. Así lo demuestra Taudien quien asegura que “hace dos años buscábamos un profesional al mes y ahora tenemos que localizar a tres expertos a la semana”.
Sin embargo, a corto plazo parece que va a seguir habiendo una gran escasez de dichos perfiles. Esto hace que los pocos profesionales de este tipo que existen estén muy bien cotizados. Así, los más valorados pueden llegar a cobrar entre 80.000 y 200.000 euros brutos al año. Sin embargo, los expertos apuntan que se puede estar creando una burbuja y la tendencia es que las retribuciones se terminen estabilizando.
Fuente: Expansión