3 razones del aumento del emprendimiento femenino en España
La mujer emprendedora gana presencia, relevancia y se consolida como el tipo de empresario que mejores cualidades reúne para el éxito
- Desde 2016, el emprendimiento femenino tiene una tendencia creciente y se presenta como una buena alternativa para trabajadoras desempleadas o que buscan empleos más flexibles y conciliadores.
- Son muchos los factores formales e informales que condicionan el entorno del emprendimiento y, en especial, el del emprendimiento femenino.
- El sector tecnológico o el de servicios son algunos de los tipos de negocios que animan a las mujeres a emprender y demostrar su valor como líderes, gestoras y creativas.
En los últimos años, son muchos los estudios económicos, sociológicos e investigaciones universitarias que se centran en analizar y recoger datos sobre el emprendimiento femenino y qué le permite estar en continuo avance y crecimiento.
Además, son otros cuantos los informes, sobre todo en concursos de startups y aceleradoras de negocios, que confirman que la mujer emprendedora suele reunir algunos rasgos que la hacen más propensa al éxito, como su perfil más moderado a la hora de valorar los riesgos, su carácter persuasivo en las negociaciones o su toma de decisiones sobre la financiación.
En general, por encima del género, desde la recuperación económica, emprender se considera una muy buena opción profesional y ha permitido a muchos profesionales generar su propio empleo, dar forma a sus ideas de negocio y crear empresas que han acabado dando trabajo a otros profesionales y trabajadores independientes.
De manera global, el emprendimiento también suele concentrarse en pequeños negocios o microempresas, que suelen prestar servicios y dirigirse a un consumo local. Frente a esto, ya en 2016, el 30% de las ideas de emprendimiento aportaban iniciativas innovadoras relacionadas con la transformación digital.
¿Qué favorece el emprendimiento femenino?
Junto a un crecimiento positivo de los factores formales que afectan a todos los emprendedores, tal y como las ayudas a la financiación, las políticas económicas o el acceso a la información, hay otros factores informales que tienen un importante peso para la mujer emprendedora:
1. Habilidades
Según sus habilidades sociales y las competencias que mejor desarrollan, la mujer emprendedora suele ser más diestra en la planificación y la visión estratégica, aunque más conservadora en la toma de decisiones, sobre todo en las que suponen grandes inversiones con altos riesgos.
2. Redes sociales
Es decir, el modo en el que puede acceder a información, conseguir proveedores, acercarse a sus clientes, y en general, el uso que hace de los canales de comunicación para crear un entorno que le facilite su labor y le permita crear relaciones colaborativas.
3. Familia y entorno
Aunque en ocasiones tiene un efecto disuasorio, el poder elegir sus horarios, flexibilidad laboral o lugar de trabajo hace que muchas mujeres se decidan por desarrollar pequeños negocios o servicios, que pueden conciliar con sus etapas de maternidad, o como forma de dar salida a su creatividad y crear sus propias oportunidades de negocio.
La institución Global Entrepreneurship Monitor (GEM) suele ser la que más datos y estadísticas recaba sobre el emprendimiento, facilitan la consolidación de nuevas iniciativas y aportando información de valor para los nuevos emprendedores, de manera que todo el mundo pueda desarrollar su propio negocio.
Fuente: Universia España.
